En tiempo récord, Cepsa ha logrado reconvertir una de sus antiguas unidades de refino en su Parque Energético La Rábida en Huelva en una nueva planta para la producción de biocombustibles de primera y segunda generación, capaces de reducir las emisiones de CO2 en un 90%.
El proyecto, en el que han participado numerosas áreas diferentes de la compañía, ha dado como resultado un proceso que revaloriza y hace más sostenible una planta de Cepsa pensada para eliminar el azufre de los combustibles fósiles. La instalación reformada es capaz ahora de producir un gasoil sostenible, denominado hidrobiodiesel, a partir de aceite vegetal, de residuos vegetales o de grasas de origen animal no destinados al consumo humano (sandach), marcando así un nuevo hito en la estrategia Positive Motion de la compañía, con la que pone a Andalucía en el centro de la transición energética y la economía circular.
Cepsa ha realizado una apuesta decidida por el desarrollo y la producción de biocombustibles avanzados a partir de materias primas circulares como las descritas, que no compiten con la alimentación y que pueden ser utilizados en motores diésel sin modificación alguna.
Algunas de las claves de esta transformación han sido la modificación del catalizador (sustancia que promociona las reacciones químicas necesarias para la obtención del gasoil sostenible) y la mejora de la metalurgia de la planta. Según Jorge Acitores, director del Parque Energético La Rábida, “el compromiso de nuestros equipos con la seguridad además de con el medio ambiente y la descarbonización han sido claves para el desarrollo de este proyecto. El talento y la innovación de nuestros profesionales está permitiendo acelerar nuestro objetivo de convertirnos en un referente de la transición energética en el sur de Europa”.
La producción de este hidrobiodiesel en esta unidad de la factoría de Huelva asciende a cuatrocientas toneladas diarias, que aumentarán en el futuro hasta las ochocientas toneladas.